Ustedes hermanos, han sido llamados a la libertad. Pero no usen esta libertad para dar rienda suelta a sus instintos. Más bien sírvanse los unos a los otros por amor. Porque toda la ley se resume en este solo mandato: «Ama a tu prójimo como a ti mismo.» (Gálatas 5:13–14 DHH).
Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
2 Corintios 3:17 DHH.
Cristo nos dio libertad para que seamos libres. Por lo tanto, manténganse ustedes firmes en esa libertad y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud. (Gálatas 5:1 DHH)
Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
(Juan 8:32)
Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. (Juan 8:36)
Alfredo Manzano